El Poroto Rojo es una legumbre de forma arriñonada, de gran tamaño, cáscara roja brillante e interior blanco. Es una magnífica fuente de proteínas, fibra, hidratos de carbono de absorción lenta, minerales y vitaminas. A su vez presentan grandes cantidades de flavonoides, antioxidantes y ácido fólico.
Especial para preparar ensaladas, guisos, sopas o preparaciones de larga cocción con carnes o pescados.
(*) Valores Diarios con base a una dieta de 2.000 kcal u 8.400 kJ. Sus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de sus necesidades energéticas.
Un guiso clásico de la cocina italiana es la “pasta e fagioli”: concebida como un plato de aprovechamiento de tradición campesina, en él se reúnen sobrantes de pasta (incluso de diferentes tipos) y porotos de dos tipos principalmente, “borlotti” (rojos) o “canellinni” (blancos). En este caso utilizaremos porotos colorados orgánicos. Inestimable fuente de proteína vegetal, estas legumbres se potencian al combinarse con los carbohidratos de la pasta, resultando este guiso o potaje en un aporte energético que reconfortará nuestro cuerpo en los meses más fríos del año.
Comenzamos por hidratar los porotos unas ocho a doce horas. Enjuagamos bien y reservamos.
En una cacerola alta rehogamos ajo, cebolla, apio y zanahoria picados en abundante aceite de oliva para obtener la base aromática característica de la cocina italiana. Sumamos la panceta o el jamón crudo cortado en cubitos. Pasados unos minutos añadimos los tomates rallados o triturados y llevamos a hervor suave. Añadimos una hoja de laurel y algunas de salvia.
A esta base sumaremos los porotos hidratados y cubriremos con agua dos dedos por encima de los mismos. Cocinamos hasta que estén tiernos controlando el nivel de agua y revolviendo periódicamente. Cuando los porotos estén a punto retiramos una pequeña porción y la licuamos con un poco del líquido de cocción, luego regresaremos esta pasta a la olla para espesar nuestro guiso.
Sobre el final solo resta añadir la pasta corta (dedalitos, coditos, etc.) o un surtido de fideos de distintos tipos siempre que sean cortos. Es un plato ideal para aprovechar las sobras de los paquetes abiertos.
Ajustamos la cantidad de agua de modo que cubra la pasta al ras y cocinamos a fuego mínimo. Una vez lista, rectificamos la sal, espolvoreamos con perejil o albahaca picada para aportar frescura, tapamos y dejamos reposar tres minutos antes de servir con un chorro generoso de aceite de oliva extra virgen y abundante pimienta negra por encima.
CHEF: Martín Bartolomé Brinzi